domingo, 10 de febrero de 2019

CONTRUYENDO UNA IMAGEN POSITIVA DE NOSOTROS MISMOS


Estas semanas hemos estado trabajando la autoestima y el autoconcepto en clase de Valores. Desde pequeños, los niños/as deben aprender a reflexionar sobre ellos mismos. Valorar sus propias cualidades, aceptar sus defectos y sus virtudes, además de percibir la imagen que los demás tienen de ellos son aspectos imprescindibles para la construcción de una imagen positiva de sí mismos.
En primer lugar se me ocurrió trabajar a través del cuento “Yo voy conmigo” de la escritora e ilustradora Raquel Díaz Reguera (Ed. Trampantojo).
“Yo voy conmigo” es un cuento maravilloso  que trata sobre la necesidad de ser nosotros mismos, de no perder nuestra “esencia”, de querernos tal y como somos, con nuestros defectos y con nuestras múltiples virtudes, y no cambiar por querer agradar a los demás.
Una vez escuchado el cuento (lo tenéis en YouTube) lo estuvimos comentando .
¿De qué trata? ¿Qué le ocurre a la protagonista? ¿Os parece bien lo que hace? ¿Cómo termina el cuento? ¿Qué nos quiere enseñar la autora del libro? ¿Os ha pasado alguna vez algo parecido?
Después de reflexionar sobre todas estas cuestiones les mandé que en su cuaderno se dibujasen. Es importante ver cómo se perciben y el dibujo es una herramienta muy potente para descubrirlo. A continuación,  les dije que debían escribir, como la protagonista del cuento, todos aquellos atributos, cualidades que les hacen ser especiales y que sin ellos dejaríamos de ser nosotros mismos. Posteriormente, lo fueron leyendo en alto y así todos pudimos comprobar cómo se percibe cada uno y cómo nos cuesta expresarlo con palabras.


Tras trabajar este cuento detecté la necesidad de seguir insistiendo en  este aspecto para que los alumno/as  siguieran aprendiendo a reconocer sus propias cualidades y  expresar lo que piensan acerca de sí mismos, además de percibir la imagen que tienen de ellos los demás compañeros/as y su profesora.
“LA TÉCNICA DEL ESPEJO” es una dinámica basada en la observación personal de cada uno frente al espejo y que persigue mejorar el autoconcepto  de los alumnos/as.
Así que decidí trabajar esta  dinámica en clase de la siguiente manera:
Un alumno/a voluntario (esto es muy importante a la hora de trabajar las emociones) se ponía enfrente del espejo y yo le iba haciendo una serie de preguntas. ¿Qué ves en el espejo? ¿Te reconoces? ¿Te gusta lo que ves? Describe a la persona que ves en el espejo. ¿Qué cosas te gustan? ¿ Y cuáles no te gustan? ¿Cambiarías algo?
Después, pedí a los compañeros/as que dijesen las cosas positivas que veían de ese alumno/a y yo también hice mi aportación. Sorprende la cantidad de información que te da esta dinámica sobre cómo se perciben y cómo se sorprenden cuando sus compañeros y profesores les dicen sus aspectos positivos.

Tengo que reconocer que TODOS mis alumnos quisieron participar voluntariamente y que valoraron estas actividades como muy positivas, así que os animo a ponerlas en práctica en vuestras aulas.


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