martes, 7 de abril de 2020

MI PROPIA CUEVA


Imaginaos que estáis en una cueva y que nadie os puede ver, oír ni tampoco os pueden preguntar sobre lo que estáis haciendo.
Coged una manta (la que más os guste) y una linterna que tenga pilas (necesitáis que alumbre).
Buscad un lugar donde podáis estar en silencio y que nadie os moleste (un buen sitio podría ser vuestra habitación).
Pensad en una persona a la que recordéis especialmente y no tengáis posibilidad de hablar con ella. Imaginad que la tenéis delante.  Es el momento de “hablarle “y decirle todo lo que queráis.
Lo haremos de una manera muy silenciosa o, si preferís, sólo con el pensamiento.
Para ello, os tenéis que sentar en el suelo con las piernas cruzadas. Cubriros con la manta y dejad la linterna en el suelo entre las piernas. Encenderla con el fin de iluminar vuestra “cueva” y comenzad a hablar con la persona que hayáis escogido (un amigo/a, un primo/a, un  abuelo/a, un vecino/a...).
Aprovechad este momento para decirle todo lo que lleváis dentro (lo bueno y lo malo). Nadie os oye por lo que será un buen momento para sacar de dentro todo lo que os venga a la cabeza.
Cuando terminéis podéis responderos a estas preguntas:
¿Te gustaría que esa persona supiera lo que piensas de ella? ¿Por qué?
¿Qué crees que podría pasar si se lo dijeras?
¿Te sientes mejor ahora? ¿Te ha gustado hablar con esa persona en tu “cueva”?
Ahora que ya tienes tu propia “cueva” aprovéchala para hablar con todas aquellas personas que te apetezca y por el motivo que sea no puedes hacerlo.


Texto adaptado del libro "Educación Emocional. Programa para Ed.Primaria (6-12 años). Remón Plana, A. Ed: Wolters Kluwer.