En el aula nos encontramos todos
los días con alumnos/as que son más rápidos y terminan más pronto la tarea que
los demás compañeros/as, mientras que otros alumnos/as van más despacio. Es
importante respetar el ritmo de aprendizaje de cada uno y así se lo hago saber
a mis niños/as día a día. Dando vueltas a cómo podía dar respuesta a esos
niños/as más “rapidillos” se me ocurrió que era una buena oportunidad para
trabajar las Funciones Ejecutivas, y más en concreto, aprender a pensar.
Apuesto por esta forma de trabajar
en el aula, potenciando y desarrollando diferentes capacidades cognitivas a
través de diferentes actividades
alternativas a las tareas mecánicas y repetitivas que lo único que hacen es que
los alumnos/as se aburran y no desarrollen el pensamiento.
Durante mis años de PT he trabajado
mucho con el “Programa de Enriquecimiento Instrumental (PEI)” de Reuven
Feuerstein, programa muy conocido para el desarrollo de la inteligencia. Dicho programa
consta de 500 páginas con problemas y actividades de papel y lápiz en el que se trabajan diferentes aspectos: orientación
espacial, comparaciones, clasificaciones, ilustraciones, relaciones
familiares...En total 15.
Además también he utilizado “Juegos
para aprender pensar” de Pedro Ocon de Oro., cuyos ejercicios son complementarios
al programa de Feuerstein.
Así que se me ha ocurrido
preparar una caja con ejercicios de este tipo: jeroglíficos, sopas de letras, adivinanzas,
buscar las diferencias...para que cuando los alumnos/as vayan terminando ya no
vengan a preguntarme...Profe, y ahora... ¿Qué hago? Sino que vayan a la caja de
pensar y cojan alguna de estas actividades. Pueden hacerlas bien en parejas o
de manera individual.
Trabajar a través de los juegos y
los pasatiempos implica un grado de motivación, de intriga y de reto que hace
que los alumnos/as aprendan a pensar de manera eficaz de una manera entretenida.
Además de estos juegos, existen
en la red diferentes materiales elaborados por diferentes páginas (aulapt,
Orientación Andújar...) que os pueden servir para llenar vuestra caja.
Creo que trabajar de esta manera
es una excusa perfecta para salir del libro de texto y de las actividades repetitivas haciéndoles pensar
de diferentes maneras y promoviendo en todo momento la flexibilidad cognitiva
utilizando el factor sorpresa.