miércoles, 24 de octubre de 2018

PROFE , Y AHORA... ¿QUÉ HAGO?


En el aula nos encontramos todos los días con alumnos/as que son más rápidos y terminan más pronto la tarea que los demás compañeros/as, mientras que otros alumnos/as van más despacio. Es importante respetar el ritmo de aprendizaje de cada uno y así se lo hago saber a mis niños/as día a día. Dando vueltas a cómo podía dar respuesta a esos niños/as más “rapidillos” se me ocurrió que era una buena oportunidad para trabajar las Funciones Ejecutivas, y más en concreto, aprender a pensar.
Apuesto por esta forma de trabajar en el aula, potenciando y desarrollando diferentes capacidades cognitivas a través de  diferentes actividades alternativas a las tareas mecánicas y repetitivas que lo único que hacen es que los alumnos/as se aburran y no desarrollen el pensamiento.
Durante mis años de PT he trabajado mucho con el “Programa de Enriquecimiento Instrumental (PEI)” de Reuven Feuerstein, programa muy conocido para el desarrollo de la inteligencia. Dicho programa consta de 500 páginas con problemas y actividades de papel y lápiz  en el que se trabajan diferentes aspectos: orientación espacial, comparaciones, clasificaciones, ilustraciones, relaciones familiares...En total 15.
Además también he utilizado “Juegos para aprender pensar” de Pedro Ocon de Oro., cuyos ejercicios son complementarios al programa de Feuerstein.
Así que se me ha ocurrido preparar una caja con ejercicios de este tipo: jeroglíficos, sopas de letras, adivinanzas, buscar las diferencias...para que cuando los alumnos/as vayan terminando ya no vengan a preguntarme...Profe, y ahora... ¿Qué hago? Sino que vayan a la caja de pensar y cojan alguna de estas actividades. Pueden hacerlas bien en parejas o de manera individual.
Trabajar a través de los juegos y los pasatiempos implica un grado de motivación, de intriga y de reto que hace que los alumnos/as aprendan a pensar de manera eficaz de una manera entretenida.
Además de estos juegos, existen en la red diferentes materiales elaborados por diferentes páginas (aulapt, Orientación Andújar...) que os pueden servir para llenar vuestra caja.
Creo que trabajar de esta manera es una excusa perfecta para salir del libro de texto y de  las actividades repetitivas haciéndoles pensar de diferentes maneras y promoviendo en todo momento la flexibilidad cognitiva utilizando el factor sorpresa.