Una
de las emociones quizás más difíciles de gestionar es la tristeza. Es por ello que
considero de vital importancia trabajarla en el aula. Hace unos días sufrí la
pérdida de una de las personas más importantes de mi vida, mi madre, y ello me
hizo sentir mucho dolor y tristeza. Quería compartirlo con mis alumnos, sin
embargo, no sabía cómo hacerlo.
Así
que se me ocurrió contarles un cuento que personalmente me gusta mucho. Se
titula “Se me ha roto el corazón”
escrito por Elif Yemenici de la editorial Falmboyant.
El
cuento trata sobre una niña que tenía un sueño. Pero un día ese sueño se hizo
añicos y se le rompió el corazón. Hiciera lo que hiciera parecía que nunca iba
a encontrar la manera de remediarlo. Hasta que un día...
Les
leí el cuento y después lo comentamos. Me gustaron mucho las diferentes interpretaciones
que hicieron los niños sobre el sueño de la niña.
Después
dibujamos en la pizarra un corazón roto. Entregué a cada niño/a un posit y les
dije que escribiesen situaciones o momentos en los que hubiesen sentido que se
les había roto el corazón. Yo también participé. Todas me llamaron la atención
y me ayudaron a conocer un poco más a mis niños/as: el fallecimiento de un
familiar, la marcha de un amigo, el enfado con un amigo/a o con uno de sus
papás, la muerte de un animal querido e incluso una de mis alumnas que dijo que
jamás se le había roto el corazón.
A continuación aprovechamos la pregunta del cuento ¿Cómo se repara un corazón roto? para que
cada niño escribiese en otro posit ideas y recursos para aprender a gestionar
la tristeza. Escribieron cosas tan maravillosas como: dejar de pensar en eso y
pensar en algo bonito, hacer lo que más te gusta (leer, dibujar...), llorar y
tranquilizarme, sabiendo dónde está esa persona que ha fallecido, dando un
abrazo, estar con la familia o con los amigos, buscar ayuda...
Es
increíble!!! Mis alumnos no dejan de darme lecciones!!!
Así
que ya tenemos para nuestro “Botiquín emocional” diferentes herramientas para
gestionar nuestros momentos de tristeza.