Estas semanas hemos estado
trabajando la autoestima y el autoconcepto en clase de
Valores. Desde pequeños, los niños/as deben aprender a reflexionar sobre ellos mismos. Valorar sus propias cualidades,
aceptar sus defectos y sus virtudes, además de percibir la imagen que los demás
tienen de ellos son aspectos imprescindibles para la construcción de una imagen
positiva de sí mismos.
En primer lugar se me ocurrió
trabajar a través del cuento “Yo voy conmigo” de la escritora e ilustradora
Raquel Díaz Reguera (Ed. Trampantojo).
“Yo voy conmigo” es un cuento
maravilloso que trata sobre la necesidad
de ser nosotros mismos, de no perder nuestra “esencia”, de querernos tal y como
somos, con nuestros defectos y con nuestras múltiples virtudes, y no cambiar
por querer agradar a los demás.
Una vez escuchado el cuento (lo
tenéis en YouTube) lo estuvimos comentando .
¿De qué trata? ¿Qué le ocurre a
la protagonista? ¿Os parece bien lo que hace? ¿Cómo termina el
cuento? ¿Qué nos quiere enseñar la autora del libro? ¿Os ha pasado alguna vez
algo parecido?
Después de reflexionar sobre
todas estas cuestiones les mandé que en su cuaderno se dibujasen. Es importante
ver cómo se perciben y el dibujo es una herramienta muy potente para descubrirlo.
A continuación, les dije que debían
escribir, como la protagonista del cuento, todos aquellos atributos, cualidades
que les hacen ser especiales y que sin ellos dejaríamos de ser nosotros mismos.
Posteriormente, lo fueron leyendo en alto y así todos pudimos comprobar cómo se
percibe cada uno y cómo nos cuesta expresarlo con palabras.
Tras trabajar este cuento detecté
la necesidad de seguir insistiendo en este aspecto para que los alumno/as siguieran aprendiendo a reconocer sus propias cualidades
y expresar lo que piensan acerca de sí
mismos, además de percibir la imagen que tienen de ellos los demás
compañeros/as y su profesora.
“LA TÉCNICA DEL ESPEJO” es una dinámica basada en la
observación personal de cada uno frente al espejo y que persigue mejorar el
autoconcepto de los alumnos/as.
Así que decidí trabajar esta dinámica en clase de la siguiente manera:
Un alumno/a voluntario (esto es muy importante a la hora de trabajar las
emociones) se ponía enfrente del espejo y yo le iba haciendo una serie de
preguntas. ¿Qué ves en el espejo? ¿Te reconoces? ¿Te gusta lo que ves? Describe
a la persona que ves en el espejo. ¿Qué cosas te gustan? ¿ Y cuáles no te
gustan? ¿Cambiarías algo?
Después, pedí a los compañeros/as
que dijesen las cosas positivas que veían de ese alumno/a y yo también hice mi
aportación. Sorprende la cantidad de información que te da esta dinámica sobre
cómo se perciben y cómo se sorprenden cuando sus compañeros y profesores les
dicen sus aspectos positivos.
Tengo que reconocer que TODOS mis
alumnos quisieron participar voluntariamente y que valoraron estas actividades
como muy positivas, así que os animo a ponerlas en práctica en vuestras aulas.